PROGRAMA DE BIENESTAR FINANCIERO
EL PROGRAMA DE BIENESTAR FINANCIERO ES UN BENEFICIO GRATUITO PARA LAS EMPRESAS Y TODOS LOS EMPLEADOS DE ÉSTA
¿Por qué tener un programa de bienestar financiero?
En la actualidad más del 65% de los trabajadores están estresados por problemas financieros, por ende:
Un programa de bienestar financiero beneficia tanto a los empleados como a la empresa.
Beneficios del programa de bienestar financiero
Al disminuir las preocupaciones financieras, se puede lograr:
¿Qué incluye el programa de bienestar financiero?
Asesoría financiera / patrimonial personalizada.
Va a depender de cada persona y sus necesidades. Consiste en realizar un levantamiento inicial de la situación actual de la persona, sus necesidades y sus objetivos a corto, mediano y largo plazo y con esto, se puede hacer una planificación financiera para conseguir esos objetivos.
Esta asesoría puede tener dos fines: el primero, ordenar financieramente a la persona, y el segundo, incrementar y cuidar su patrimonio a través de diversos instrumentos financieros.
Asesoría previsional para las personas que se jubilen.
Cuando las personas se jubilen o estén próximas a jubilar, les prestamos asesoría para que conozcan las diferentes alternativas previsionales y elijan con conocimiento, además de prestar acompañamiento en todo el proceso de jubilación.
Asesoría en planes de salud (convenio colectivo).
Es un convenio que permite a todos los trabajadores optar a asesorías en planes de salud, además de tener tarifas especiales (menor precio que el Mercado) y beneficios exclusivos.
Planificación financiera en la desvinculación.
Cuando desvinculen a un trabajador, nos reunimos con él para que planifique de la manera más óptima su finiquito mientras busca trabajo (análisis de costos de vida y de sus ahorros).
Charlas y seminarios.
Se abordan distintos temas, desde educación financiera en general hasta tributación para personas con sueldos altos.
Acceso a oportunidades de inversiones exclusivas.
Contamos con los mejores productos de las mejores empresas, tanto nacionales como internacionales, lo que nos permite que las personas tengan acceso a instrumentos a los que no podrían acceder. Por ejemplo, fondos de inversión privados (enfocados en personas con ingresos altos o con un ahorro significativo), productos en dólares, propiedades (con o sin subsidio, para vivir o como inversión), APV, fondos mutuos, seguros generales, etc.